Velas perfumadas
Silencio y algunos sonidos blancos
Manta suave y calentita
Cojín blandito pero gordito
Té Rooibos de Navidad ardiendo
Kindle cargadito
Posición medio tumbada en el sofá
Y tiempo
Tiempo para leer
Tiempo para respirar
Tiempo para cerrar los ojos
Tiempo para ensoñar
Tiempo para recordar
Tiempo para olvidar
Tiempo, simplemente tiempo
¿Y, o soledad?
El mundo en el que vivimos tiene cada vez menos sentido o está fuera de cualquier conveniencia ético moral.
Me aburro de leer noticias e historias que reflejan constantemente disparates, contrasentidos o sandeces…
Debe ser por ello que hace unos años, con la llegada de la crisis, creamos con una amiga un grupo en Facebook llamado “Solo quiero noticias felices”.
A día de doy, tengo varias preguntas: Esto..…¿realmente que es? ¿Un parapeto para hacernos creer que sí pasan cosas positivas cuando en realidad el porcentaje es absolutamente ridículo casi grotesco? ¿Una ventana para alimentarnos los que necesitamos este tipo de noticias de positivismo para seguir avanzando a diario?
Esto no es suficiente.
Según otras personas y contactos conocidos, lo único que nos queda entonces es fabricar una alternativa, dentro. Porque evidentemente salirse de este sistema, ya es imposible. Reventaría de todas formas en otro momento y/u otro lugar.
Pero….me surge una gran y triste duda: según la definición “la alternativa podrá ser elegida o tomada en alguna circunstancia” y yo, sinceramente, no vislumbro ni dicha circunstancia, ni ese momento.
Nadie me lo va a poner en bandeja y tengo la sensación de hundirme cada vez más en una negrura espesa ¿o será en una lucidez insoportable?
¿Alguien se cree realmente que Podamos?:( (lo digo en todos los sentidos)
Estoy cansada de seguir este juego de papanatas… aunque solo sea por enriquecer a otros!
Creo que voy a releer a nuestro querido y amado Sartre, icono de mi adolescencia…
A ver si me consuelo, me convierto en Electra y desde el absurdo ataco este mundo deshumanizado!
Parece un titular de Juego de tronos pero la realidad es la que es: se nos va el Verano y el tan temido Otoño se acerca.
Hoy ya se ha refrescado el ambiente y la lluvia ha hecho su aparición.
Faltan pocas semanas para que la rutina escolar comience a establecerse, salgan las grandes expos de otoño, rehagamos reservas de vino tinto y llegue le depre propia de la época…
Es un momento, como diría una amiga amiga donde la sensación es que uno se siente gris….
Se marchan el sol, el calor, las tardes largas y las quedadas terraceras e interminables propias de la estación veraniega. Es como si en verano el mundo no se acabará, no tuviera limites …y de repente, nos los volviesen a poner.
¿Y qué nos trae el Otoño? Un sueño difícil de conciliar, unas ganas (o no ganas) de echar todo por la borda, el trabajo, la pareja, la edad, la vida que llevamos (y que nos encantaba algunas pocas semanas atrás).
Probamos nuevamente las famosas hierbas de San Juan (muy recomendadas para aplacar los trastornos otoñales), volvemos a ver el famoso vídeo sobre la ilusión y el optimismo y nos armamos de buenas resoluciones mientras el moreno de la playa y la piel que corresponde se escapa entre las sabanas…
Esto no es más que una muda, pero que año tras año nos supera. Y yo digo: ¿y con los años no se aprenderá?
De mis otros abuelos tengo que empezar contando que se pasaron la vida peleandose pero la vida juntos y que cuando se murió mi abuela, mi abuelo dejó de disfrutar de la vida.
Gran italiano, decidió seguir fumando, ya que ya no estaba ella para machacarle. Decidió también seguir comiendo pasta (300g spaguetti cada noche) por la misma razón…se fue con 76 años.
Ella se fue cuando yo era más pequeña. Me acuerdo, estábamos en Torremolinos cuando ocurrió.
Fue mi primer entierro, mi primera visión de un muerto, en este caso una muerta, mi abuela, toda guapa y de negro.
Ella era muy particular, la gente dice que me parezco a ello en el carácter y en su amor al champagne! Aunque todo hay que decirlo, mis dos abuelas adoraban este manjar de los dioses…me viene una herencia por ambas partes 🙂
Cuando era pequeña y no comía, me atiborraba de galletas fingers y de gominolas; aunque -menos mal por temas alimentarios claro- no la veía mucho. Yo solo tenía 9 años cuando se murió.
Se llamaba Simone y era del norte de Francia.
Simone hizo muchas cosas en su vida: se casó con 18 para ser independiente (antes la mayoría era a los 21), tuvo una hija y se divorció! (como mi otra abuela…).
Montó un bar en la Place de la République en París donde iba con su Harley Davidson y su metro cincuenta; tenía hasta una pistola en la caja registradora.
Era de una gran hermosura, hasta posó para irse a Hollywood! Tenía la piel super suave…aún recuerdo el olor a polvos que tenía al besarla. Polvos que yo le cogía en su tocador y me echaba por todas partes!!!
Vivió en Marruecos, en varias ciudades con mi padre y ahí montó el Claridge, en Tanger. Era un piano-bar donde iba la gente de moda de la época, artistas y actores que residían en este país por temporadas. Visité el Claridge dos veces, en el 96 y el año pasado. Sigue ahí pero esta última década ha perdido todo su esplendor …pero me hice ahí la foto de rigor.
Al ver que las cosas iban a ir a peor en Marruecos, mi abuela decidió que ya era hora de volver a Francia perdiendo todo lo que tenían. La única manera fue gracias a un impresionante Stubaker, coche que le cedió, vendió (ya no recuerdo) una gran actriz americana de la época.
Le gustaba España y sobre todo Ronda donde estuvo un tiempo viviendo.
Pero cuando nos vinimos a vivir a Madrid, creo que solo vino una vez.
Sin embargo mi abuelo (que se llamaba) Onorato vino varias veces.
Onorato era italiano, de ahí mi apellido Tensi. Tenía un pelo blanco perfecto super suave y una tripa muy agradable tipo Obelix.
Era hombre y por consiguiente muy machista dándole todas las ventajas y permisividades siempre a mi hermano; aún así conservo un recuerdo muy muy tierno de él.
Nos contaba siempre la misma historia: cuando mató sin querer? sin saberlo? un cocodrilo durante su servicio militar en Eritrea, antiguamente italiana. Hoy en día, mi hermano tiene la piel del famoso cocodrilo. Soy anti pieles, pero ésta es particular.
Onorato, como buen italiano, vendía hornos para pizzas, sifones y artículos para gelaterias…. Cada vez que venía a Madrid, hacíamos un tour por las pizzerías donde había vendido tipo da Nicola (bajos Orense) y por el maravilloso San Oliveri en la Castellana. ¡Cuántos helados de avellana y de limón habré comido en esta famosa heladería!
Ahí charlaba con sus compadres italianos y le bastaba para ser feliz.
Ninguno de los dos me vio hacerme adulta, casarme ni tener hijos…pero siguen ahí en mi cabecita.
Son mis otros abuelos.
Los años pasan y hoy, casi 30 años después, voy a actuar nuevamente en un escenario para bailes de Street Dance y no uno sino cuatro temas….diosss ¿quién lo hubiera dicho?
Pero es que la vida da muchas vueltas y una se busca nuevas ocupaciones que se convierten poco a poco en más que distracciones, en muchas nuevas amigas, en muchas risas y desconexión semanal.
Es un desafío que se me había olvidado: nuevas relaciones sociales (el mundo MUJER se amplía aún más!) mezclado con una combinación explosiva de energía, memoria, ritmo y cuerpo en forma. Ah! y cañas y/o vinos cada dos viernes del mes tras la clase. Yeah!
¿Y lo de actuar a estas alturas? Pues sí, os aseguro que da igual de canguís. Tengo la tripa fatal desde que me he levantado y no ceso de ver los pasos en mi cabeza según escribo estas líneas e intento trabajar.
Es difícil cambiar las costumbres que tenemos desde hace años.
Es difícil imaginar que las cosas serán diferentes y no serán siempre así.
Es difícil mover la mente hacía otros lares, es difícil pero ¡¡¡¡cuan bueno, positivo, emocionante es a la vez!!!!
¿Cómo es que nuestra cabeza nos bloquea tanto y nos ata al pasado con tanta fuerza que nos cuesta volar hacía otros mares?
¿O será el miedo a ahogarse que nos clava los pies en la tierra ya asquerosa de tanto pisotearla en el mismo sitio?
La mente nos miente y mientras tanto sube el cortisol ….:(
El patio huele mal.
Huele a incertidumbres, desasosiego, valor y dinero, siempre el dinero.
Apesta a incremento de la pobreza, de las injusticias y de los miedos.
¿Cuándo volverá a oler a esperanza, calma y serenidad?
Tras subir hace unas semanas fotos de mis abuelos paternos a Facebook, fruto primero de haber realizado dichas fotos con mi móvil a petición de una compañera mía de la oficina -contabamos quienes eran nuestras abuelas, sus historias, aventuras, desafios en su época- he decidido escribir un post sobre ellos.
Empecemos por mi abuelo materno. El que nunca conocí. Solo puedo decir -según me han contado- que se parecía mucho a mi madre en todo: sobre todo en los ámbitos de la estética, el amor a la vida, y a la vida generosa!
Desgraciadamente, circunstancias de la época, ella (mi madre) le conoció tardíamente. Se parecían en que a los dos les gustaba viajar, conocer gente, beber champán, los muebles bonitos, los restaurantes caros y fue como ella, diseñador de moda. Cuando estuvo casado con mi abuela le regalaba la tienda entera de flores cuando ella decía «qué bonito ramo tiene aqui», regalaba un secretaire Louis XV cuando un amigo le decía «pero qué bonito es», pagaba champagne a todo una mesa cuando una sola mujer lo deseaba…Sé algo más de él: fue el brazo derecho de Jacques Fath, fue adoptado por un conde (de Fonremis), vivió la época de los palacetes en Paris. Murió cuando ni yo había nacido; con una úlcera, con deudas y totalmente solo. Mi primo pequeño es -al parecer- quién más se parece a él aunque evidentemente algunas cosas suyas están en mi sangre sin lugar a duda! 🙂
Se llamaba Robert.
Se casó con Lucienne. Nombre que casí le pongo a mi hija en catellano «Luciana». Y fue MI abuela. y yo fuí SU nieta. La primera de sus cuatro nietos y la única chica. Tuvo una vida muy rara. Nació en 1912, hoy tendría 101 años. Perdió a su padre Lucien en la Guerra de 14-18, un mes antes de que acabara la guerra y tras su perdida convivió con una madre muy estricta (con pelo muy largo tan oscuro que decían que tenía origen español) y fue educada en la burguesía parisina perfecta. Se casó tarde, con 27 años para la epóca con el «loco» de mi abuelo. Divorció, también algo raro en la época, corrió en Le Mans y se volvió a casar con un hombre que no quiso hijos en su casa…Mi madre y mi tío tuvieron que marcharse a vivir con mi bisabuela…Sin comentarios. La visité muy a menudo durante mi estancia en París: hasta los 5 años (fecha en la que me marché a Madrid) y luego estudiando en la universidad. De pequeña me escribió un libro de cuentos que intento transmitir a mis niños. De mayor quedabamos en su pisito de París o en su casa de las afueras y jugábamos a las cartas, me contaba su vida, bebíamos champagne….(hay otro post anterior sobre lo que hacíamos en dicha casa de campo).
Era una mujer alta con pechos pequeños, se decía que miraba a la gente de manera altiva (me suena).
Murío habiendo conocido a mi Violeta pero se quedó con las ganas de mi Mario. Me despedí de ella en marzo 2006, 3 meses antes de que naciera él. Cuando me marché, en el ascensor de su residencia, sabía que no la volvería a ver y me puse a llorar, casi tanto como 2 meses después, cuando se fue de verás. Estaba tan embarazada que no pude ni volar a París para asisitir a su funeral.
Se llamaba Lucienne y la tengo en mi salón junto a mi madre, yo y Violeta, las 4 generaciones. En blanco y negro, fotos de mi hermano.
El otro día me acordé de cuando vivía en la Rue Duret en París, en el nº 18.
Fue cuando llegué a París para estudiar en la Universidad de derecho. Mi madre me trajo en coche desde Madrid con mis cositas y se fue.
Me quedé y me instalé solita en un piso bajo de 30m2 en el XVIème arrondissement de la Ville Lumière.
Me acordé de mi estación de Metro: Argentine.
Me acordé de esas primeras veces que tenía que ir a la compra, planificar mis comidas…
Me acordé de que en esa época solo sabía cocinar “Poulet basquaise”: cada vez que venía mi padre a París, le cocinaba lo mismo.
Me acordé del restaurante italiano que estaba cerca de casa donde comía el mejor zabaione del mundo y que tenía un camarero guapísimo con un ojo verde y otro azul.
Me acordé del crédito Lyonnais de la esquina que me quitaron mi chequera tras firmar talones sin fondos al poco de llegar a París…qué vergüenza!
Me acordé del Super le FranPrix cercano a casa donde buscaba Rioja español (costaba menos que en Madrid!) y donde yo soñaba con forrarme importando bimbo y fregonas Viledas.
Me acordé del estanco donde el paquete de Marlboro rojo valía 10FF, aun no había euros..
Me acordé del bus que cogía desde allí para ir a visitar a mi abuela, ma Mamée. Me iba conmigo misma y mi libro.
Me acordé del primer cuadro que compré y colgué en las paredes de dicho piso que mi novio había decorado con mil posters por todas partes.
Me acordé de la bañera grande y fría donde un día me corté el pelo como una loca desquiciada que yo era….
Me acordé del vater donde pille a un amigo jonki, que se había refugiado en mi casa para desengancharse, pinchándose y dejar sangre allí…
Me acordé de mi pelo rojo y de lo gótica que iba en ese barrio tan pijo y burgués de Paris.
Me acordé del parking donde tenía mi mini automático. Me daba miedo bajar allí.
Me acordé de la primera vez que cogí el coche tras conseguir el carnet y subí a la famosa Place de L’Etoile, un gran reto en coche! Iba con mi amiga María y su novio Jorge?
Me acordé de que también me daba miedo la entrada a mi edificio, por si alguien se había escondido debajo de la escalera a la espera de que yo abriera mi puerta de casa.
Me acordé de las llamadas de teléfono con soplidos que me hacían en cuanto llegaba…aunque fueran las 3 de la mañana.
Era alguien de mi edificio y eso me daba aun más pánico y rabia.
Me acordé del famoso spray paralizante que llevaba en mi mochila eastpack naranja y que como muchas nunca encontraba cuando lo necesitaba y que seguramente estaba caducado desde hace mucho…
Me acordé entonces de que dentro de algunos años mi hija se irá de casa…
Seguramente mi hija tenga para dicha fecha -no tan lejana porque el tiempo pasa muy muy rápido (lo de la Rue Duret fue hace 22 años ya..)- más desparpajo y seguridad en sí misma.
Es otra generación, será otro tipo de mujercita.
Pero seguramente tenga alguna día dichas sensaciones de aventuras pero también de novedad-soledad, miedo al desconocido, al hombre atacante cuando eres aun una chica de 18 años, una niña.
Despertar con los niños. Calins dans le lit. Desayuno a medias con ellos que se marchan al cole. Ducha. Dirección expos chulas y gratis por Madrid. Primera: Fundación Telefónica en Gran Vía: expo cubista con super cuadros y documental sobre Juan Gris y los años 10-20 en París. Paseo calle fuencarral: beurk, solo tiendas. Recorrido por Madrid dirección expo Imogen Cunningham (segunda), Fundación Mapfre (termina el 20/01). Paseo de la Castellana en el 27 de norte a sur, despues de sur a norte. Os lo confirmo, tras errores en internet…la sala Azca de dicha Fundación está en Azca, y no en Recoletos 23…Chula, muy chula. Algunas de las fotos de los años 10, 20 son increíbles. Sin Instagram ni ostias.
Metro dirección barrio de Salamanca. Cita con mi amiga Agnès. Bareto de barrio. Cañas y tapas. Nuestra comida. Qué paella y qué charla! 2013 va a ser incroyable!
Vuelta a casa. Paseo con Ottito. Cole. Meriendas. Deberes de finde: se van con B a Gredos, nevará???:)
Visita de C&E, cuentan sus aventuras, cena thai riquísima with a good wine, viva el plátano!!!!
Amanecer a las 7 en Manzanares. Desayuno en la cama con libro. Paseo por las Praderas al sol hasta las colmenas. Cafecito en casa de mi hermano. Vuelta a Madrid. Ducha. Oficina unas horas para mega reunión con los 3 grandes Museos de Madrid (me corta el rollo). Comidita con la tortilla de mi suegra y una Mahou que me ha ganado (la reu). Primera parte de «La guerre des boutons». Siesta. Cole. Meriendas. Deberes. Discusiones con Violeta, como no….Preparación de codillo y pan de plátano by Mario with anacardos, orejones y fresas secas! Negociaciones con Violeta 🙂 Mimos con los 2.
Cenita, cuentos, guitarra…Bonne nuit les petits.
Fin de mi peli. Lectura alone en casa. Relax time.
Despertar tardío. me volví a dormir…se nota la desconexión. Salida a la sierra. Dirección avenida de la Pedriza en Manzanares para dar un paseo hacía Cantocochino….A la media hora me vuelvo, llueve a mares…Otto y yo llegamos chorreando a casa de la madre.
Allí nos espera una super comida a base de hamburguesas de verdad (qué semanita!) y Protos. Nada más y nada menos con mi cuñada además! Comida de chicas. Siesta. Y visionado con muchas risas de «Un éléphant ca trompe énormément» (1976) y la segunda parte «Nous irons tous au paradis» (1977). Entre medias paseito por el pueblo con Otto hasta que vuelve a llover.
Pizza, sudokus, lectura.
Paseo antes de dormir. Relax day.
Despertar con niños que se marchan al cole. Mega desyuno estrenando libro. Mega baño con juego de palabras en el móvil. Estreno mis nuevos zapatos. Llega mi padre. Misión con él: arreglar la ducha de la que se colgó Mario y rompió… claro!!! (y que se sujetaba a la pared desde hace semanas hasta el día de hoy con celo…). Tras desmontarlo todo y dos viajes a la ferretería: we did it! Hemos comenzado a montar lámparas del salón…pero tras cervecita de turno, voltio en su vespa dirección Santa Engracia. Regalo sorpresa de jerseys de cashmire preciosos rosa y violeta, comida en un restaurante siciliano Mercato Ballaro (da vero)…hum!!! qué buen día.
Regreso en vespa y andando desde Cibeles, por la Gran Vía, medio andando, medio en bus. Encuentro medias de rebajas tipo londinenses!!!! Tuli. Paseito con Ottito. Cole. Meriendas. Carnicero, farmacia, super. Deberes.Rangement. Praparación para hamburguesas absolutas! Limpieza de armarios cocina. Divisiones de dos cifras. Mayusculas. Aperitivo con mi tuli. Cenorrio: hamburgers de verdad! Comienzo de Incendies de Denis Villeneuve: incroyable (accent canadien et libanais). Book. Relax time!!!
Despertar con niños que se marchan al cole. Desayuno. Ducha. Bus dirección Gran Vía. Médico de cabecera: revisión. Calle de la Puebla: búsqueda de cordón electrico tipo antiguo para montar por fin lámparas salón. Paseo, paseazo hasta Malasaña. Pausa en café Comercial. Otro paseazo hasta Arguelles. Dentista. Rebajas. Tiger! Paseo de vuelta por Marques de urquijo, Pintor Rosales, parque del Oeste. paseito con Ottito. End of The Pelayos, peliculón con una Mahou clásica! Ensaladaza. Mini siesta. Cole. Meriendas.Babar. Deberes.Rangement. Visita a la farmacia, mis señores del embutido: Amando y Amador, pescadero. Cocina! Cena, pis, dientes y cuentos. Peli de miedo a medias junto a sudokus….relax moment!!!
Buenos días a todos,
tras leer tantos mails, noticias, posts sobre lo malo que ha sido 2012 y a ver como viene el 2013…no puedo seguir sin decir nada y contar todo lo bueno que me ha pasado el año pasado.
1. Sigo viva y he conseguido cumplir 40 años y de una manera estupenda, rodeada de mi tuli, mis amigos, de sopresas y con un viaje además a una de las ciudades donde siempre soñé ir algún día: London
2. Mis hijos han cumplido 6 y 9 años y están estupendos, aparte de que sean maravillosos y se estén convirtiendo en personas guaïs
3. Hemos realizado con mi tuli una operación digna de admiración, si me admiro, nos admiramos. Movernos a Madrid, cambiar de casa, realizar obras, irnos de vacaciones de por en medio, cambiar los coles….en 3 meses! Prueba superada.
4. He descubierto un acunpunctor que me está cambiado varios chips de la mente.
5. Vuelvo a leer más. Vuelvo a ver más pelis. Vuelvo a cocinar más a menudo.
6. Aprendo a decir que no, ya que no soy superwoman. No, no lo soy.
7. Vuelvo a hacer bici 🙂
8. He vuelto a la Opera y al teatro (varias veces), hacía años que no lo hacía.
9. Me relajo mucho más, disfruto mucho más del día a día.
10. Hemos celebrado nuestros 10 años de boda, ouhouhouh!!!! Pero lo más importante sigo queriendo y soy querida.
11. Estamos rodeados de estupendos amigos s que nos han hecho compartir momentos indescriptibles: 50 años sorpresa, Gredos, Aguamarga, borracheras, cenitas tulis, paseos. Están siempre allí.
12. Y viva la famiglia!!!
13. Ah! y he sobrevivido a una fusión y tengo curro.
Y muchas más cosillas que ahora mismo olvido.
Espero que este año sea igual o mejor, besos fuertes a todos y 
feliz 2013!
Argh!!! aun no he ido a NYC, Moscu, Canada o Australia!
Argh!!! aun no me he pintad
o nunca las uñas de dorado!
Argh!!! Quiero volver a leer Dostoieski…
Arghhh!! y esos vermuts del lunes que viene?
Un poquito más de playa antes? Une coupe de champagne rosé? y mis cenas pendientes con colegas??? ya tengo una el 31, otra el 1, otra el 30 de enero, otra el 22 de febrero…
Pero sobre todo: quiero ver mis hijos crecer, enamorarse, sufrir estando con ellos, tener hijos y envejecer, ser abuela gracias a ellos.
Y vivirlo con mi tuli.
Nos acercamos a LA fecha, la que dicen que importa, la que estresa, la que hay que señalar y festejar…
Yo solo puedo decir que a mí, esta época, como cada año, no me gusta….
En general tengo bajón emocional, se aceleran las movidas (cumple, navidad, nochevieja, vacaciones de los niños…).
Son dos meses de mirar calendario, logística, quedadas interminables, organización de eventos, coordinación entre familias, comidas y más comidas, decoración de la casa, estrés de encontrar los regalos a tiempo, y yo este año me han quitado la extra y cumplo 40….con la minidepre que conlleva! (?)
Creo que no me veo capacitada para celebrarlo más que de costumbre, no me veo ni siquiera capacitada para hacerlo financieramente así que….¿y si no hago nada de nada?
Ayer, con una música de fondo bajita de Rameau y luego Telemann, tumbada en mi tumbona maxi comoda para poner mi espalda dolorida al sol, con un libro en la mano, no sé como me acordé de la casa de mi abuela, en las afueras de París. Me acordé sobre todo de los días que estuvimos allí una amiga mía de la facultad, Isabelle, la «belle Isabelle», y yo revisando los examenes de principios de junio de Derecho. Allá por 1994…
Pasamos varios días con mi maravillosa abuela que nos hacía desayunos maravillosos con tostaditas de pan envejecido, crujientes y mantequillosas, ensaladas jugosísimas de tomates sin piel, ensaldas de de pepinos con nata y cebollino fresco que le cortaba en el último momento en el borde izquierdo de las escaleras que daban el jardín. Degustando oportos con ella (su gran pasión) antes de cada comida. Tomando café (su otra gran pasión) debajo de la sombra del enorme manzano que había en medio del jardin. Jugando a las cartas con ella antes de su siesta diaria…
Estudiar, estudiábamos poco. Para no estresarnos demasiado en este farniente, nos imponíamos reglas de conducta básicas 🙂 y nos hacíamos de vez en cuando algunas preguntas aleatorias de los temarios a revisar pero aprovechamos estos momentos, que vislumbro hoy con dulzura y relax, para jugar al cricket en el jardín, tomar el sol, contarnos nuestros chicos y pasearnos con mucha dificultad y amplias risas en tandem en los bosques de la Seine et Marne. El viejo tandem de familia…¿seguirá existiendo?
Y sobre todo, y ese fue el recuerdo más vivaz que tuve ayer: ver y vivir en directo en el suelo del jardin sobre una colchoneta de cojines del salon previamente organizados los partidos de Rolland Garros, con la pantalla de la tele movida hacia fuera.
A veces se reflejaba el sol en ella pero que momentos…: Arantza Sánchez-Vicario – Mary Pierce; Sergi Bruguera – Alberto Berasategui…qué finales!!!!
Esta mañana abrí mis albumes de fotos, y encontré la foto del tandem. Aquí la tenéis. Hecha con BB, no es excelente pero me ha dado una ilu encontrarla!
¿Dónde está el momento en el que uno tiene que parar y decir «esto saldrá así et voila, no pasa nada»?
Fuente de motivación a superarse, la busqueda del perfeccionismo a veces se convierte en el mayor enemigo a la hora de afrontar las críticas, el miedo a no alcanzar algo inalcanzable…Fuente de grandes frustaciones imaginarias, de insatisfacciones diarias que nos carcomen por dentro. STOP!!!!!!
Hay que saber pensar que la perfección es imperfecta. O que la imperfección es perfecta. Siempre hay variables que no podemos controlar…hay que saber valorarlas con cariño. Son las que dan magia a esta vida tan matemática a veces.
Llevo en el bolso en un papel arrugado de azucar el siguiente proverbio:
Mirar sin gafas de sol, mirar sin gafas, a solas con uno mismo.
Mirar con lupa y desde arriba.
Mirar debajo y arriba.
Mirar por los agujeritos y por la puerta grande.
Mirar el cómo, el porqué y sus razones.
Mirar para entender.
Mirar para dar respuestas.
Miara para avanzar.
Miara para escucharse.
Mirar y dejar de pensar, solo mirar.
Mirar lo negro sobre blanco y sobre todo lo blanco que nunca trasluce.
Mirar con la boca y respirando por los ojos.
Mira muy despacio y con bastante rapidez.
Mirar siempre y nunca; mirar nada y todo.
Mirar desde dentro del circulo o desde fuera, el vacío…
Mirar desde arriba o sobre todo, con vértigo, hacia abajo.
Mirar la luna con el sol a la vez, qué difícil.
Mirar sin ver, ver la mirada.
Mirar el conjunto y cada detalle.
Mirar y detenerse.
Mirar al saludar, mirar al escuchar una respuesta a cada pregunta.
Mirar el vacío y el demasiado lleno.
Mirar la luz y no deslumbrarse.
Mirar la oscuridad sin sentir miedo.
Mirarse.
Pues eso chicos: así es la vida que tenemos. Es esto y nada más. Nada de buscar explicaciones, excusas, compararse siempre…y si uno lo hace debe hacerlo respecto a uno mismo porqué sino lo llevaremos fatal.
¡A disfrutar con el video y la music! ¡ qué recuerdos de la fiesta de la humanidad del partido comunista en París en….1992????
Yo lo intento pero hay días que me cuesta mucho….
Qué cariño más absurdo tenemos a veces a elementos, accesorios de moda tan materialistas como puede ser un zapato. En mi caso, me da a veces tanta pena tirarlos que los uso, re-uso y vuelvo a usar hasta que ya me da verguenza usarlos. Luego los guardo en un armario hasta que vuelvo a encontrar una ocasión, «venga será la última, luego los tiro definitivamente…», para volver a ponermelos! Cuando por fin veo que ya ni caben y ocupan espacio en mi armario, o debajo de mi cama -o en mi propia cabeza porque eso me impide comprarme nuevos porque ya tendría remordimiento de consciencia de gastar dinero cuando tengo el armario lleno de zapatos.
Éstas en particular fueron mi primera compra en Fosco durante las rebajas de verano de hace muchos años…ya ni lo recuerdo. Solo sé que cuando las compré las llevaba casi todos los días como si ya no tuviera más zapatos donde elegir. También recuerdo como las desgasté con su suelo de esparto bailando a saco en la fiesta de boda de mis amigos Flavia y Avo en La Herradura. Llovía y ni nos dabamos cuenta: 25ºC a finales de octubre es lo que tiene! Han estado tantos años conmigo, tantos veranos, tantos conciertos, tantos paseos por la noche en la playa en Aguamarga… han sido las primeras que decidí fotografiar antes de tirarlas. No podía deshacerme de ellas. Lo intenté 2 veces. A la tercera sentí que la única manera de conservarlas en mi armario lleno de zapatos y no echarlas de menos era inmortalizandólas antes de tirarlas. Desde entonces, consigo sacar más viejos zapatos de mi armario, desde entonces tengo más fotitos de ellos. A ver si un día os los enseño todos!
Hoy me he marchado de la oficina y antes de irme he habilitado el maldito Out Of Office sin el cual (por eso lo califico de maldito) habría tenido bronca segura por parte de mi jefa a mi vuelta. Es algo que no aguanta, hay que responder siempre, «¡presente!», aunque sea para decir que no podemos contestar porque estamos «fuera de la oficina». Y que de hecho, otro lo podrá hacer en nuestro lugar…
Le he estado dando vueltas desde entonces y me he dado cuenta que molaría mucho de vez en cuando poner un OOTL (Out Of The Life), o o un OO (Out Of a secas). Porque realmente hay momentos en la vida donde uno debe tener derecho a desconectar, habilitar un OO o deshabilitarse de éste cuando uno ya se siente en forma, suficientemente fuerte para seguir aguantando los palos que nos da la vida.
Qué pasa? qué siempre está uno bien? Todos sabemos que es mentira, y que a veces necesitamos retirarnos un poco (o mucho) de la vorágine y logisticas diarias para poder recuperar fuerzas, hacerse mimos, volver a confiar en uno mismo, sentirse con vigor.
De hecho, al pensar en esto he recordado una gran amiga, que pocas veces o ninguna (bueno vale, una seguro pero en «petit comité»), ha asumido tener que poner el OOF, era cuando trabajaba o Office Depot? Qué casualidad de palabras, no?
Ya que todos asumimos, con una cierta edad y/o madurez que no llegamos a todo y que de vez en cuando caemos, poco o en picado, y que sabemos que el «retirarnos» momentaneamente de esta vida loca (en el estido de caotico, desorganizado, que no paramos y que pensamos poder controlarlo todo) es bueno para cada uno, para uno y por consiguiente para los demás, ¿porqué nos cuesta tanto, ya no aceptarlo (a estas alturas!) sino decirlo?
Es tan simple como decir a alguién que quieres: no puedo más. Para seguir queriendote bien y/o quererte más, necesito descansar antes. Comer, dormir, leer, no ver a nadie, no salir, no quedar, elegir y no aceptar todo, necesito…
Tan grave y tan egoista es decir «necesito»?
Porque además, a estas alturas, todos sabemos que cada uno es cada uno, cada uno es un mundo, ¿no?
Si aceptamos eso de los demás, porqué nos cuesta tanto asumir sin vanidad, que los demás lo entenderán que te cagas o que de hecho veces no le darán la más mínima importancia; la que tu le das en este mismo instante.
Será eso la sabiduría, saberse escuchar y además atreverse a oirse decirlo?
Llevo varios días con el blog creado pero a la vez varios días dandole vueltas a las mil maneras de activarlo.
Mi primera entrada en mi blog….casí 39 años y estoy muy pero que muy nerviosa.
Sobre todo porque aún no sé qué clase de blog va a nacer, qué va salir de todo esto.
Pues eso, como estoy solita ante la máquina, no me queda más remedio que empezar y desearme lo mejor del mundo.
Emocionada y con chispas de color en los ojos me despido.
carolinetensi 